Cuando vinimos hace años a la costa este de vacaciones, no dejábamos de pensar lo increíble que sería ver un partido de la NBA. A los dos nos encanta el baloncesto y si es de primera calidad como este, mucho más.
Sin embargo, todas nuestras vacaciones habían sido en verano, lo que hacía imposible ver un partido de temporada. Pero ahora las cosas habían cambiado ... ¡ahora estamos viviendo en Utah y tenemos el estadio de los Jazz a tan solo 30 minutos de nuestra casa!
Cuando empezó la temporada de baloncesto, decidimos que nuestro primer partido tenía que ser especial, para recordarlo siempre, por eso decidimos ir a ver a los Chicago Bulls. La antigua casa de Michael Jordan y la casa actual de nuestro gran jugador español Pau Gasol no podía ser mejor elección. Las entradas no fueron nada caras.
El día del partido, todos estábamos muy emocionados, pero teníamos el corazón dividido: vivimos en Utah, así que tenemos que animar a los Jazz, pero Pau es español, así que ¡¡vamos con los españoles a muerte!! Antes de salir, preparamos una pancarta en el cole para animar a Pau. ¡Que se sepa que somos españoles!
Llegamos muy pronto al partido porque nos habían dicho que se podía bajar a la pista para ver a los jugadores calentar y que muchas veces también firman autógrafos.
La verdad es que cuando entramos al estadio se nos escapó un "ohhhhh" desde muy adentro del corazón: ¡Lo habíamos conseguido por fin!
Sin embargo, todas nuestras vacaciones habían sido en verano, lo que hacía imposible ver un partido de temporada. Pero ahora las cosas habían cambiado ... ¡ahora estamos viviendo en Utah y tenemos el estadio de los Jazz a tan solo 30 minutos de nuestra casa!
Cuando empezó la temporada de baloncesto, decidimos que nuestro primer partido tenía que ser especial, para recordarlo siempre, por eso decidimos ir a ver a los Chicago Bulls. La antigua casa de Michael Jordan y la casa actual de nuestro gran jugador español Pau Gasol no podía ser mejor elección. Las entradas no fueron nada caras.
El día del partido, todos estábamos muy emocionados, pero teníamos el corazón dividido: vivimos en Utah, así que tenemos que animar a los Jazz, pero Pau es español, así que ¡¡vamos con los españoles a muerte!! Antes de salir, preparamos una pancarta en el cole para animar a Pau. ¡Que se sepa que somos españoles!
Llegamos muy pronto al partido porque nos habían dicho que se podía bajar a la pista para ver a los jugadores calentar y que muchas veces también firman autógrafos.
La verdad es que cuando entramos al estadio se nos escapó un "ohhhhh" desde muy adentro del corazón: ¡Lo habíamos conseguido por fin!
¡Pancarta para animar a Pau y banderas de España para que se note bien de dónde venimos!
¡Y ahí estaban los Chicago Bulls calentando! y con ellos ¡nuestro jugador español!. Pau no puede ser más majo. Le manda un saludo a toda la gente de España y nos firma la bandera que llevábamos y nuestra pancarta.
Después del calentamiento, los Bulls se meten al vestuario para cambiarse y salen de nuevo a la cancha cargados de fuerza para el partido.
Salen las animadoras ... el estadio se viene arriba... ¡y nosotros con él también!
Pirotécnia, humo y ... ¡ahí están los Utah Jazz! Salen a la cancha como auténticos heróes que acaban de salvar el mundo.
Nosotros emocionados gritamos por todos, por los Bulls, por Pau, por los Jazz y sobre todo por poder estar ahí. Un momento dificil de olvidar.
Nosotros emocionados gritamos por todos, por los Bulls, por Pau, por los Jazz y sobre todo por poder estar ahí. Un momento dificil de olvidar.
Como todo evento americano llega el momento del himno. Todo el mundo se pone de pie con la mano en el corazón y una chica sale a cantar. Se hace un silencio absoluto en el estadio.
Algo que habíamos visto siempre en las películas, pero que cuando se siente por primera vez te pone la carne de gallina. La verdad es que no cabíamos en nosotros mismos de la emoción que teníamos dentro.
Algo que habíamos visto siempre en las películas, pero que cuando se siente por primera vez te pone la carne de gallina. La verdad es que no cabíamos en nosotros mismos de la emoción que teníamos dentro.
Los equipos se colocan en su posción, el árbitro se acerca al centro con el balón ... y ¡ahí está el salto inicial!
El partido se desarrolla con una intensidad absoluta. Los jugadores se dejan la piel en la cancha, corriendo de arriba para abajo para defender y atacar. A diferencia del baloncesto español, aquí el ritmo del juego es totalmente frenético. Empiezan a llegar los primeros mates, un alley oop ... baloncesto de primera calidad!
Por desgracia, los Utah Jazz no cuentan con un gran equipo, y a pesar de su fuerza e insistencia, no pueden hacer nada para pasar todo el partido por debajo en el marcador.
Por desgracia, los Utah Jazz no cuentan con un gran equipo, y a pesar de su fuerza e insistencia, no pueden hacer nada para pasar todo el partido por debajo en el marcador.
Durante los tiempos muertos y los descansos, el espectáculo está servido: salen las animadoras para calentar el estadio con sus bailes y acrobacias, grupos de percusión y, por supuesto no puede faltar, la mascota del equipo.
Tras un partido de una intensidad absoluta, con los Jazz por debajo en el marcador, llega el último cuarto y se consigue un empate en el marcador. Se empiezan a ver momentos de mucha tensión entre los jugadores y es que parece que se están jugando los Play Off o una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Vemos algún empujón que otro y dos jugadores se calientan un poco más de lo habitual ...
yyyyyyyy ... ¡canasta de los Jazz que se ponen por delante en el marcador!
Ahora si que no sabemos ni a quien animar ni a quien mirar. ¡Esto es una auténtica locura!.
El estadio se viene arriba.
¡Gritos!
¡Aplausos!
¡Nosotros más emocionados que nunca!
La tensión cada vez es mayor entre los jugadores.
Ahora si que no sabemos ni a quien animar ni a quien mirar. ¡Esto es una auténtica locura!.
El estadio se viene arriba.
¡Gritos!
¡Aplausos!
¡Nosotros más emocionados que nunca!
La tensión cada vez es mayor entre los jugadores.
Quedan 5 minutos de juego y el marcador no puede estar más reñido. Canasta arriba o abajo para cada uno de los equipos.
La mascota sale a animar y a pedir gritos de ánimo para los Jazz y la gente responde como debe.
La mascota sale a animar y a pedir gritos de ánimo para los Jazz y la gente responde como debe.
Apenas quedan 10 segundos de partido y los Jazz van dos por debajo 97-95 ...
La semana anterior, habían venido los Cleveland Cavaliers de Lebron James y, Gordon Hayward había conseguido la canasta de la victoria sobre la bocina final. Todo un espectáculo.
Así que esta vez había que intentarlo también.
3 segundos ... 2 segundos ... 1 segundo ... y Gordon Hayward se juega un triple!
Por desgracia, en esta ocasión no hubo suerte y la bola decidió no entrar en el aro. ¡Una pena!
La semana anterior, habían venido los Cleveland Cavaliers de Lebron James y, Gordon Hayward había conseguido la canasta de la victoria sobre la bocina final. Todo un espectáculo.
Así que esta vez había que intentarlo también.
3 segundos ... 2 segundos ... 1 segundo ... y Gordon Hayward se juega un triple!
Por desgracia, en esta ocasión no hubo suerte y la bola decidió no entrar en el aro. ¡Una pena!
Los Jazz habían perdido, pero nosotros habíamos disfrutado más que nunca de un partidazo increíble de baloncesto. Toda una gran experiencia que no se debe perder nadie que sea amante de los deportes.